Sobre Mí

Hola, soy Sandra Bérénice

Me gusta ayudar sin adoctrinar, divulgo las 5 leyes biológicas y soy devota de la literatura

No te alecciono sobre qué hacer y qué no hacer cuando has perdido a alguien o cuando acompañas a alguien en su duelo. Tampoco te doy frases felices y positivas. Oigo desde mi cuerpo lo que te conmueve y lo que buscas al compartirme tu historia.

Me desajusto de los criterios tradicionales. No creo en la superación del duelo, pero sí creo en la reflexión, en la duda, en hacer preguntas y leer literatura para intentar comprender lo incomprensible.

Mi historia

No hubo una despedida, un último abrazo o un beso del adiós. Pasó sin que supiera que ya estaba sucediendo. Frente a mi vida, en una madrugada del mes de septiembre, mi madre murió.

La culpa no cedía. No había hecho lo suficiente por ayudarla cuando ella había dado todo por mí en doce cirugías y tantas más dificultades. Siempre me atendió en grado perfecto. Cuidó de mí como nadie lo hubiera hecho mejor.

Al cerrarse su mirada, perdí interés en todo. Dormía con miedo. Me parecía vivir en un mundo donde todos tenían buenos días, y para mí no había nada de buenos en mis días.

Algunas personas me dieron consejos. Dijeron que no llorara porque no la dejaba descansar, que ese era el ciclo de la vida, que no debía culparme porque había hecho mucho. Así que intenté cambiar yendo con una especialista. Mientras yo sollozaba como niña desarropada por la vida, la experta frente a mí clavaba sus ojos en un cuaderno de notas y me formulaba la siguiente pregunta de su cuestionario para recabar mis antecedentes familiares. Salí de ahí para no volver jamás.

Siéntete bien por no estar bien

Entonces dejé de intentar estar bien y me dejé caer. Hice lo que estaba bien para mí:

• Me refugié con ciertas personas y me alejé de otras.

• Practiqué mis creencias personales.

• Comía cuando tenía hambre y dormía cuando podía.

• Conversé con una terapeuta -que era de mi agrado- por un par de sesiones.

• Leía y escribía a ratos.

• Identifiqué con tranquilidad mis síntomas físicos y mentales con las 5 leyes biológicas.

• No vigilé o comparé mi dolor con ninguna teoría, frases motivadoras u opiniones.

Hice lo que pude con lo que tenía, por lo que no había manera de hacerlo mal.

Hoy mi historia sigue, porque en la vida pocas cosas se cierran con broche final.

El nacimiento de letraHerida

Después de temporadas de tormenta y sequía, confirmé que, con todo y mi abatido espíritu, no enloquecí ni me convertí en un manojo de trastornos mentales, así que pensé:

¿Y si creo algo con mi dolor, mi estilo y estudios terapéuticos, y mis demás aptitudes? Así nació letraHerida. Una palabra que arropa mi herida, el amor por mi madre y mi encanto por las letras.

LetraHerida es para ti y para tu persona imborrable. Quiero darte una mirada no convencional y compasiva de tu pérdida o de tu forma de acompañar a otros.

Algo más personal

• Tengo miedo a las personas que lucran con el miedo de otras personas.

• Soy zurda, católica existencialista y vegana. También introvertida, animista y pesimista.

• Practico el violín y solo yo permito escucharme.

• Me inspiran personajes como: Marcel, Levinás, Hamer, Beethoven, Kolbe y tantos otros.

• Algunos escritores de mi Olimpo son: Lispector, Chéjov, Carrerè, O’Connor, entre otros.

• He visitado el quirófano en una docena de veces.